Como despacho penalista especializado también en derecho de daños, podemos realizar una representación integral de los intereses de todos y cada uno de los clientes, tanto en el aspecto penal, como en el tantas veces descuidado por parte de penalistas y fiscales, ámbito de la responsabilidad civil aparejada (también llamada “responsabilidad civil ex delicto”).
De este modo, la representación no se limita sólo a aquellos aspectos penales sobre los que ha de sustentarse la defensa o acusación en favor del cliente, sino que además se profundiza en aquellos otros aspectos del denominado “derecho privado” y que en un gran número de casos pueden suponer una trascendencia igual e incluso mayor a la penal, debido a su carácter eminentemente económico.
Es por ello por lo que creemos que sólo gracias a una amplia formación en ambas responsabilidades (civil y penal), puede realizarse una defensa conjunta y eficiente de los intereses de aquellos clientes que nos brindan su confianza.